19 noviembre 2017

Viajando con niños: "Islandia en 8 días"


Imagen tomada de Guide to Iceland

Ahora si, después del post de preparativos, entramos en el viaje, concretamente en nuestras rutas durante los 8 maravillosos días que pasamos en Islandia. 

Hay mucha gente que en ese tiempo visita la isla entera y se organiza para recorrer sus casi 5.000 km de costa, pero eso nos suponía demasiados kilómetros diarios y mucha prisa, algo que no queríamos tener.
Las carreteras son buenas en lo referente a su firme y tamaño, aunque suelen ser de doble sentido y un carril,  y los días de verano son muuuuyyyy largos, algo que hace más fácil las visitas, pero con niños lo consideramos una maratón innecesaria y optamos por hacer sólo el sur.
Como ya os conté , hay que reservar los alojamientos con mucha antelación así que lo más que pudimos llegar fue al glaciar Skaftnajökull, pues no encontrábamos alojamiento más allá. 

El tiempo es un factor importante a tener en cuenta en la organización del viaje, y dado que el de Islandia es muy voluble (de ahí que se recomiende vestirse por capas; si sale el sol te pones en manga corta pero a los 10 minutos se nubla y necesitas el forro polar y a los 30 llueve, así que el chubasquero...y a continuación de nuevo el sol), hay que ser previsor e intentar organizar el viaje y las salidas y visitas en función de lo que nos va a permitir hacer el tiempo esos días. 

Días en Reykiavik

Reikiavik Urban Art
Reikiavik es la capital de Islandia y la ciudad más poblada, con unos 200.000 habitantes contando su área metropolitana, pero esta población crece mucho gracias al turismo y, aunque no hay masificaciones, afortunadamente, si se encuentra gente en casi cualquier parte y no se percibe sensación de inseguridad.

Para nosotros Reikiavik tiene dos zonas que no hay que perderse;
La zona "centro" que incluye una calle principal y muchas aledañas, donde se encuentran los principales cafés y tiendas, así como la iglesia más famosa de Islandia, Hallgrimskikja, con una arquitectura nórdica muy característica.
Se puede partir desde Lindargata y continuar explorando Hverfisgata y Laugavegur, subiendo hasta la iglesia por Vitastigur. Las calles son amplias, están, en general limpias, y las principales son peatonales, así que es un agradable paseo.
Hay muchos tiendas de diseño, de recuerdos y de ropa típica, aparte de tiendas de ropa de abrigo y nieve, algún que otro café.
Y hay una tienda muy especial, que rápido veréis, con un buzón para dejar la carta a Papa Noel en la puerta, y que está llena de adornos navideños. Si sois como nosotros, os gustará llevados uno para colgar del árbol y así, cada Navidad, recordar los viajes que hemos hecho.







La otra zona imprescindible sería la del Puerto viejo, dónde se han reconvertido viejos almacenes en bonitos restaurantes de todo tipo. Podéis aprovechar para degustar unas Fish and Chips o bien un típico bocadillo de langosta, pero eso si, olvidad los precios populares que una vez más, en Islandia, décimos que no existen.
Un paseo agradable puede ser por Saebraut, bordeando el mar, pasando por la escultura de bienvenida al viajero, siguiendo hasta el edificio Harpa y continuando hasta Aegisgardur para comer o cenar.
Aprovecho para recordar que si pedís en agua en la casi cualquier sitio os pondrán agua del grifo, ¿y cómo no hacerlo si Islandia tiene una de las aguas más puras del planeta?. Se dice que pedir agua mineral se considera un insulto, no se si será verdad pero innecesario desde luego que es.

Whales of Iceland
El museo Nacional de Islandia, el Saga museum o el museo de arte pueden ser una alternativa para días de lluvia, o podéis hacer como nosotros e ir al Whales of Iceland, que además de organizar salidas al mar para realizar avistamiento de ballenas, tiene una pequeño museo con replicas de cetáceos a tamaño natural que merece la pena visitar.

Whales of Iceland

Las afueras de Reikiavik


El área metropolitana de Reikivik ofrece cosas interesantes, especialmente en el barrio de Laugardalur, dónde hay una especie de parque zoológico con animales de granja (a excepción de unas tristes morsas que deberían sacar de allí inmediatamente), atracciones (de pago) y un gran parque infantil, que puede ser una opción fantástica para terminar un día.






De entre las ofertas de visitas que se ofrecen desde Reikiviak para familias siempre destaca la de montar a caballo (que se puede encontrar en casi cualquier zona de Islandia y en cualquier momento) y la de avistamiento de cetáceos (que depende mucho de la temporada y también se encuentra en otros lugares de costa).
Nosotros nos decidimos por montar a caballo, principalmente porque la mayoría de viajes mar adentro no permitían bebés a bordo, aunque ver a tantos caballos salvajes fue un aliciente para decidir acercarnos más a ellos.


Interior de la zona de estar de Ishestar
Reservamos on line en Ishestar, que tenía el precio medio de la zona y nos pillaba bastante bien,  y la verdad es que el sitio fue un acierto.

área de juego de Ishestar

Se podía ver a los animales en sus cuadras y esperar dentro en un agradable y cálido salón tomando un café y jugando mientras ellos montaban. Al terminar nos invitaron a un chocolate caliente para entrar en calor (aunque yo no monté) que fue la guinda a un gran día.




Como casi a las afueras de Reikiviak está el pueblo de Hafnarjordur,  pudimos combinar la visita al mismo con el paseo a caballo.  Este agradable pueblo tiene algunas casas típicas y bastante encanto. También es conocido como un lugar en el que, en teoría, viven Elfos, duendes y otros seres "ocultos", especialmente en el parque llamado "Hellisgerdi", dónde antes se hacían incluso rutas buscando estos seres.

Hellisgerdi

Actualmente se puede visitar el parque, lleno de escondites y recovecos, y su pequeña tienda y encantadora tienda.
Como el pueblo está construido encima de un campo de lava y en un punto especial, se cree que además este lugar es un punto lleno de energía terrestre.
Historias o leyendas que cada uno es libre de creer.


Tienda en Hellisgerdi

Pero además la visita a este pueblo merece la pena porque incluye restos de otro tipo de cultura, la Vikinga, y es que en él está la Viking Village, una "pequeña aldea" vikinga con un hotel y un restaurante.
Realmente son dos calles que se pueden visitar, y si coincide vuestra visita, podéis aprovechar para ver el festival vikingo, que es algo así como los mercadillos medievales que se hacen en España.
Los artesanos descendientes vikingos ponen puestos de todo tipo, hay cerveza y comida típica a precio bastante asequible y se pueden ver espectáculos relacionados con sus tradiciones.
Hay mucha gente vestida con trajes tradicionales y el ambiente que se respira te hace sentir transportado a otra época, y como además es algo tan lejano a lo que solemos ver, resulta fascinante.



Visitas desde Reikiavik de un día

Hay varias visitas imprescindibles que se pueden hacer en un día, yendo y volviendo desde la capital.

Geysir
Por una parte está el Círculo Dorado, con 3 lugares imprescindibles.
El más alejado es la catarata Gullfoss, es la más ancha ( y puede que espectacular) de las que pudimos ver allí, y el marco es incomparable.
Hay dos parkings desde los que se accede; uno al que se accede primero desde la carretera, que te ahorra una tanda de escaleras pero te hace perderte una vista panorámica desde estas, y uno un poco más adelante, que se encuentra en la zona de visitantes y la tienda de recuerdos (por cierto, me encantaron estas tiendas).
Después del primer tramo de escaleras se baja por la ladera y se llega al extremo más cercano. La visita no lleva más de media hora pero la imagen y el sonido te hace querer quedarte sólo un poco más.

Gullfoss

En el punto central, y unido a lo anterior por una carretera con un tramo de camino de arena, se encuentra el campo geotermal que alberga al homónimo Geysir y otros geisers.  Ya desde la carretera seguro que veréis, de repente, una explosión de agua hacia arriba, y dudareis si eso es vuestro destino o no, pero pronto el olor a azufre os dirá que si.
Justo en frente hay un restaurante (o varios) un hotel y una tienda, con un aparcamiento (gratuito) donde se puede parar y sólo hay que cruzar un paso de peatones para acceder al recinto geotermal.
Hay un cartel que os explicará como se forma un géiser, y veréis como el agua hierve a vuestra alrededor y la tierra echa humo por un montón de lugares...y de repente otra vez una enorme emanación de agua os dejará impresionados.
A la entrada y salida veréis una urna donde se pide "la voluntad" y si reflexionáis un poco os daréis cuenta que mantener limpias  y cuidadas esas zonas naturales quizá merezca un pequeño gesto.

Geysir








Geysir
Ya de vuelta a Reikivik os encontrareis con el Parque Natural de Pingvellir, al que se accede desde dos zonas, una más alta, dónde hay un parking de pago ( 3 € el día creo recordar) y está el centro de visitantes y una tienda. Hay gente que se pasa el ticket de aparcamiento pero, si os dais cuenta, hasta el momento, ha sido el único parking que hemos pagado, contando con que además el acceso a todos los lugares no privados ha sido gratuito, por lo que nosotros consideramos que 3 € es un importe ridículo para todo lo que, hasta el momento, se nos había ofrecido.

Pingvellir

En este parque se puede ver la plataforma en la que se estableció el primer parlamento islandés, y también está la zona en la que se unen las placas del continente americano y el europeo.


Aunque el círculo dorado se puede hacer en una tarde,  lo ideal es dedicarle un día entero, aprovechar para comer en la zona de Geysir y pasear por el parque natural con calma, pero si sólo disponéis de una tarde dedicarla a ello es imprescindible.


Campo geotermal

Otra visita desde la capital es la de Blue Lagoon, en la región de Grindavik. Este lago artificial está situado en medio de un campo de lava y canaliza aguas geotermales naturales hasta él.
Es imprescindible comprar la entrada on line con antelación (quizá una semana sea suficiente) y si lleváis niños menores de 2 años, tendréis que posponer la visita para cuando crezcan.
Mucha gente aprovecha el día de llegada o partida, por su cercanía con el aeropuerto de Keflavik, pero creo que visitar la región por la carretera de la costa, combinado con el spá, merece la pena lo suficiente como para dedicar un día. Vogar, Reykjanerbaer y Sandgerdi, son rutas destacadas, además desde la costa de este último y desde Gardur, en días despejados y afortunados, se puede llegar a avistar cetáceos, eso si, llevad abrigo extra porque si os pilla el mismo viento que a nosotros lo necesitareis.

Sellfoss, también cercano, es un pueblo agradable por el que pasa un gran río y que también se puede apuntar en nuestra ruta de visitas probables.

La carretera de circunvalación 

Como ya os dije, la carretera de circunvalación bordea toda la isla pasando por la mayoría de lugares que uno no puede perderse.
Nosotros la cogimos dirección Este porque nuestro viaje no rodeaba la isla entera, pero si tenéis pensado hacerlo se recomienda siempre aprovechar al máximo las horas de luz ( que por otra parte suelen ser muchas) así como los festivales locales o cualquier otro acontecimiento que podáis encontrar de camino.

Partimos de Reikiavik dirección Selfoss. Allí hicimos una parada rápida para repostar (importante llevar el depósito lleno)y comprar algunas cosillas y retomamos el camino pasando por Hella, hasta llegar a Hvollsvollur.

Paisajes de Hvöllsvollur



Allí salimos del la 1 para coger la 261, una ruta sin tráfico, que lleva hasta Gluggafoss.

Gluggafoss

Como viajar por Islandia es ir encontrando magia por todas partes, de camino encontramos otras pequeñas cataratas y varias zonas para hacer picnic, como þorsteinslundur, donde nos quedamos a comer.



Este descubrimiento nos permitió comer solos, en un entorno de cuento, y que las niñas pudieran explorar la zona, correr, trepar por la catarata, caerse mil veces...
Para nosotros una parte muy importante del viaje fue la que nos permitió hacer estas cosas, parar, tomarnos tiempo para disfrutar y olvidarnos del reloj. 
Sobra decir que hay que dejar todo impoluto, como lo encontramos. 


Área de þorsteinslundur.
De nuevo en la carretera, un poco más adelante llegareis a Gluggafoss, la cual puede subirse hasta la mitad sin peligro.
Para volver lo mejor es deshacer el camino y volver a la carretera de circunvalación, salvo que queráis llegar a algún sitio concreto,  pues un poco más alante la 251 se convierte en camino de arena.  Desde la propia carretera, frente a las cascadas, veréis los picos nevados de Eyjafjallajökull, glaciar que también veréis de vuelta a la carretera 1, desde el otro lado. 

¿Porque hablo de él? Bueno, este pequeño glaciar tiene debajo el volcán homónimo que hace unos años entró en erupción y recordaremos impidió el tráfico aéreo durante una temporada. 
Desde la carretera se puede acceder a un pequeño centro de información donde se ve una película acerca de la erupción y se localiza exactamente cual es el pico del volcán. 
Como no podréis ver la erupción en directo os recomiendo que busquéis imágenes de ella que os pongan en situación estando allí. 

Imagen tomada de The Sun.

Muy cerca de aquí, a la izquierda, hay un pequeño desvío que lleva hasta Skogafoss, una impresionante catarata en una zona de picnic, acampada, baños y restaurante con no demasiada gente aunque ya con más turistas que las precedentes. 


Vista de Skogafoss
De nuevo estamos ante otra visita obligada. 
Cierto que Islandia está llena de cataratas, pero cada una es diferente y suele ser una de las cosas que más impresionan a los niños. En esta se puede subir por una pequeña escalera lateral hasta arriba, a un mirador, para ver el nacimiento de la catarata. Subir y bajar llevará unos 30 minutos a un adulto, quizá algo más. 



Skogafoss

De vuelta a la 1, veremos a la derecha como salen tímidamente las lenguas del glaciar Mýrdalsjökull. No es el más impresionante pero si es el primero que veis seguramente os parecerá maravilloso tenerlo tan cerca, como nos pasó a nosotros. 

Seguimos por la carretera hasta Vik i Myrdal, un pequeño pueblo cerca de la costa donde podéis intentar encontrar alojamiento (si sois afortunados). 
Aparte del pueblo en si, una visita muy apreciada a la que se accede por un desvío desde la 1, tomando la 218 y/o la 215 (os llevará a un lado u otro), es la de la Playa de Basalto, Reynisfjara.



Nosotros tomamos el desvío de la 215, y el contraste de la playa negra, el mar, las cuevas y el desgaste de la montaña en cuadros perfectos, merece la pena. 



Por la 218 podéis avistar frailecilllos, algo que también es recomendable si no vais a subir al norte.

Continuamos hasta Kirkjubæjarklaustur, donde estaba el camping en el que pasamos una noche. 
Como llegamos tarde y cansados, aprovechamos para cenar en una hamburguesería que había en una restaurante de gasolinera, el Skaftarskali Grill,  con una oferta limitada de menús de hamburguesas, carne y pescado pero bastante buenas. 



Kirkjubaer II

La estancia la pasamos en Kirkjubaer II, en unos preciosos y calentitos bungalows que fueron un éxito total entre las pequeñas. En el mismo sitio te alquilan la ropa de cama, o puedes llevar sacos de dormir, pero al tener calefacción no merece la pena pensar en algo de mucho abrigo. 


Kirkjubaer II


Kirkjubaer II

Un poco más abajo hay un restaurante y un supermercado, para lo que necesitéis, y el camping dispone de zonas para cocinar, fregar, etc..

En Klaustur podéis encontrar más hoteles y casas de huéspedes, pero es un trabajo laborioso (y caro) el de alojarse fuera de Reikiavik y, no me canso de decirlo,  hay que buscar mucho y con mucho tiempo.

Nuestra ruta por la carretera 1 finalizó en Skaftafell, en el centro de visitantes del parque nacional. Aparcamos allí el coche, en un parking (gratuito), y desde allí andamos por un sendero hasta llegar al pie del glaciar, donde una playa negra, una laguna medio helada y una montaña de hielo, al fondo, hicieron que todo el viaje, aunque no hubiera tenido nada más, mereciera la pena.





Si estáis preparando el viaje quizá no os termináis de aclarar entre Skaftafell, Vatnajokull y Jokúlsárlón, y es que entre los nombres islandeses y los conceptos a los que no estamos muy acostumbrados, se vuelve todo un poco lioso pero realmente es no lo es tanto.
Vatnajökull es el nombre que se da al glaciar completo (el más grande de Islandia y Europa) y a todo el parque nacional que se ha creado para protegerlo, y dentro de él encontramos "lenguas" de glaciar con sus propios nombres según la región dónde se estén, como Skaftafell (por la región y el parque) y Skaftafelljökull, por la lengua de glaciar.  (Joküll es el sufijo que significa glaciar).
Además dentro también hay una región con lago glaciares como Jökulsárlón, cuyo centro de visitantes se encuentra en Hofn.



En la página de Vatnajokull National Park podéis encontrar información detallada de cada región del glaciar para que podáis organizar vuestro viaje en función de lo que os resulte imprescindible; lagos glaciares, cuevas de hielo azul, montañas, vegetación alpina, cañones...


...Y esto es sólo una pequeña parte de todo lo que ofrece Islandia, porque ¡nos dejamos tanto por ver!.



¿Estáis pensando viajar allí? ¿ Has estado y recomiendas algo que nosotros nos hemos perdido?






08 octubre 2017

#Hoyleemos Imaginario de vehículos y medios de transporte

Título: Imaginario de vehículos y medios de transporte
Autor(es): Didier Balicevic. Anne-Sophie Baumenn. 
Editorial:SM
Formato: Mediano. Tapa dura. 
Páginas: a color






Este libro estaría más englobado dentro de las "guías de consulta" que de los cuentos, porque realmente es una guía con toda clase de vehículos clasificados por su utilidad. 
Para Emma, con dos años, aun no resulta suficientemente atractivo, pero sin embargo, Amanda, con su edad, si se hubiera entretenido con él...depende un poco de las inquietudes de cada niño. 



Me parece especialmente interesante para colegios, ludotecas, centros infantiles, escuelas libres... porque se me ocurren muchos juegos conjuntos e individuales con este libro, englobandolos en el proyecto que se esté viendo ese trimestre. Me explicaré; recuerdo que en infantil cada trimestre se hacía un mural grande del tema de trimestre y todo lo que hacían giraba en torno a eso. El huerto, el espacio, la ciudad...
Pues bien, resulta fácil buscar en el libro los medios de transporte que incorporaríamos a ese tema y que, gracias a la especificidad del libro, nos llevarán a conocer más que los que los niños piedad decir  habitualmente; compactadoras, empacadoras de pacas rectangulares, moto con sidecar, un ricksahw de la india, un ultraligero o el telescopio espacial Hubble pueden ser ejemplos de vehículos muy interesantes pero totalmente ajenos, por lo general, a nuestro día a día. 


Amanda, con 7 años, ya no lo encuentra muy atractivo, pero aún así le ha servido para conocer cosas, por lo que, trabajando con ellos puede resultar una útil herramienta. 



Desde luego, lo veo muy interesante y completo y en la franja de 3 a 5 años, me parece que puede ser un acierto. 


¿Lo conocíais? ¿Qué os parece? 

16 septiembre 2017

Viajando con niños: Islandia low cost (I). Preparativos.


Islandia en el mundo 

Si, se puede viajar a Islandia con niños y en modo low cost, pero ojo, el título del post es un poco trampa porque no, viajar a Islandia puede hacerse en modo low cost pero aun así no es barato.

Todo lo que te han contado sobre los carísimos precios de allí probablemente sea cierto, y si viajáis toda la familia es posible que tengáis que ahorrar un poco (o quizá no si sois unos suertudos)o mucho para este viaje, pero aún así pueden encontrarse fórmulas algo más baratas y es que ir a Islandia es una experiencia maravillosa que merece la pena, un viaje de los que te dejan huella. 

Imagen de Islandia desde el espacio. Enero 2014. 

Billetes de avión.

Cada día que pasa aumentan la frecuencia y los lugares con salida de vuelos a Reykiavik, la capital Islandesa. 
El aeropuerto es incómodo y se ha quedado diminuto para el tránsito que tiene y lo notareis en la cantidad de gente que hay por él a todas horas, tirados en cualquier parte. 
Nosotros viajamos con Iberia Express, la compañía low cost de Iberia, desde la T4 del Madrid-Barajas. Y aquí hago un inciso para alabar lo maravilloso que es el Aeropuerto de Barajas, la cantidad de asientos y lugares para descansar, los parques de la T4 para que jueguen los niños y el personal que cuando te ve con niños siempre te hacen el trayecto un poco más cómodo. Os diré que esto sólo me ha pasado en este aeropuerto y en el de Miami.

El vuelo lo reservamos en abril para salir en junio (ojo con tener los DNI´s o pasaportes en vigor para todos, sed previsores porque en Madrid renovarlos puede suponer hasta dos meses de espera) y nos costó un poco más de 1000 euros para los 4 (Emma sólo paga tasas, si sois 4 mayores de 2 años os subiría 300 €). 
Empezamos a mirar vuelo en febrero y la diferencia de precio de reservar en febrero habría sido unos 150 euros menos. Con mucho más tiempo no suele ser recomendable buscar porque nada más abrir los vuelos el precio suele ser prohibitivo. 

Recordad que de buscar mucho un vuelo desde el mismo ordenador se queda almacenada la información e irá subiendo el precio cada día (probablemente sólo para vosotros, con suerte en un día o una semana no será una subida real) así que lo mejor es navegar en modo incógnito, pasar antivirus y borrar cookies antes de comprar. 
Facturamos una maleta y llevamos otra de mano (nos permitían tres de mano) más el alzador del coche más una mochila y el carro de la niña, para minimizar bultos. 

Coche de alquiler.

Viajar por Islandia hace casi obligatorio alquilar un coche y si se quiere hacer sin gastar mucho es totalmente imprescindible. Nosotros hicimos solo una parte del suroeste de la Isla, dormimos dos noches cerca del Skaftafell y el resto en Reykiavik, así que hicimos unos pocos kilómetros.

No tengáis miedo; se conduce como en Europa, hay pocos coches, las carreteras por las que se puede transitar con turismos normales (la principal que se usa es la que rodea toda la isla) están bastante bien (mucho mejor que muchas comarcales de España), con google maps se llega a todas partes y la conducción es tranquila y agradable, sin agresividad entre conductores.
Las distancias no son muy grandes pero la carretera de circunvalación, la que recorre toda la isla, es de doble sentido y eso hace que la velocidad límite sea de 90.  
El hecho de que no oscurezca nunca (en el tiempo que estuvimos, mediados de junio, el sol se puso sobre la 1:30 y salía a las 3:00, por lo que no llegaba a haber oscuridad ) hace que los días se alarguen y no haya problemas al volver tarde porque todas las carreteras tienen luz. 


Ahora que os he convencido de la necesidad de coche, os diré que alquilamos un coche pequeño, muy pequeño (demasiado diría yo) por casi 300 euros 9 días a través de una empresa on line de bajo coste. 
Incluyendo un seguro extra que llevábamos contratado desde aquí porque oh, ¡sorpresa! al llegar querían que pagáramos 240 euros más por un seguro que ellos nos vendían, de lo contrario teníamos que dejar un fianza de 2500 € con nuestras tarjeta de crédito que al devolver el coche intacto nos devolverían (realmente se queda bloqueado, no llegan a retirarlo).
Como llevábamos el seguro que cubría hasta 3000 euros  en caso de que tuviéramos que pagar esos 2500 euros,no contratamos el propuesto allí y no hubo problemas, por suerte no tuvimos que recurrir a ninguna reclamación y el dinero nos lo devolvieron satisfactoriamente. Leed siempre toda la letra pequeña para evitar sorpresas y cuidad el coche, respetando las carreteras por las que no se puede circular y que claramente os vendrá indicado en el coche. 
Llevamos desde aquí el alzador para la mayor como equipaje de mano y allí alquilamos por 50 € más una silla para la pequeña. Siempre que podemos llevamos la silla como equipaje de bebe o de mano  y nos ahorramos el alquiler de la misma. 
No hace falta avisar por lo de la silla a la empresa de alquiler, pero es recomendable; tienen que tener  y sino la piden a otra compañía, pues la legislación obliga a llevar los niños en silla igual que aquí.

La gasolina es ligeramente más cara que aquí, la mayoría de gasolineras son self service de pago con tarjeta en los propios surtidores, y suele haber bastantes gasolineras pero no os confiéis en encontrar siempre a 50 o 60 kilómetros porque hay zonas donde puede haber más de 100 km de sin surtidores, os lo digo por experiencia.  

El aparcamiento en el centro de la ciudad de Reykiavik es de pago de 9:00 a 18:00h. El precio no es excesivo, los cajeros admiten tarjeta y si tenéis planeado salir a visitar la isla no tendréis que pagar demasiado porque estaréis fuera casi con seguridad en esa franja horaria. 

Alojamiento.

El alojamiento lo cogimos a través de la página Airbn; un apartamento de 1 dormitorio en el centro por 1000 euros las 8 noches. 
El apartamento estaba muy bien situado, se aparcaba genial en la puerta (pagando en el horario que os he dicho) y detrás tenía una zona de aparcamiento gratuito. Había al lado un parque infantil y el edificio tenía sótano con cuarto de lavado incluido, de ahí que nos lleváramos poco equipaje pensando en que podíamos hacer una colada (con secadora incluida).
La verdad es que estuvimos muy bien y fue buena elección.

Aparte cogimos dos noches en un bungalow de un camping cerca del glaciar más grande. Aun no se como con tan poco tiempo pudimos conseguir sitio allí y es que, en abril, ya estaba casi todo cogido para junio,por lo que no os confíes que el tema del alojamiento es importante. Cada vez hay más lugares porque están aprovechando el tirón turístico pero también hay mucho turista y lo bueno-bonito-barato se acaba pronto. Siempre podéis acampar, pero las casi noches son frías y para ir con niños desde aquí no sería muy barato cargar con todo el equipo de acampada. 
El camping es  y los bungalows eran limpios y muy calentitos. Las niñas estaban encantadas con las literas. 
El precio fue de 250 euros, y dado que el apartamento no lo dejamos en ningún momento (para no tener que hacer/deshacer maletas y cargar con todo) al final gastamos 1250 euros, pero si organizaos las estancias podéis ahorrar algo con el alojamiento. 

Comidas.
En nuestro equipaje nos llevamos jamón serrano envasado al vacío y alguna que otra cosa que no necesitara frío, de tal forma que las meriendas las teníamos cubiertas.
Comer fuera, aunque sea fast-food, es caro, muy caro, hablamos del doble que aquí, por lo que es mejor organizar las comidas, ya sea en los alojamientos o en los múltiples sitios que se pueden encontrar para hacer picnics.
Hay supermercados abiertos con mucha amplitud de horarios, y encontramos cadenas más baratas o más caras, aunque la diferencia no es tanta como se presuponía.
La frutas y verduras son caras, quizá el precio sube un 50- 75% sobre el nuestro, pero siguen siendo muy accesibles; una lechuga por algo menos de 2 euros y 3 euros un kilo de manzanas, por ejemplo. La leche y huevos también sería algo más cara, así como los yogures, pero nada inaccesible.
La carnes y pescados en cambio son MUCHO más caras, salvo las alitas de pollo (¡Aún no sabemos porque!); el precio del kilo de pollo puede verse incluso por más de 20 euros y hasta 30 el kilo de salmón. 

Otros.
Nosotros no cogimos transporte público pues estábamos muy cerca del centro de Reikiavik, y tampoco cogimos ninguna excursión organizada, pues es importante mirar las edades mínimas al ir con niños.
La mayoría de actividades, sino todas, se pueden reservar por internet, e incluso algunas es obligatorio hacerlo si se quiere asegurar la entrada, como el famoso Blue Lagoon que puede obligarte a reservar una semana antes (algo que con lo imprevisible del tiempo es una faena). Nosotros no pudimos visitarlo porque no se permite el acceso a menores de 2 años, parece ser que porque al ser un lugar de reposo y calma quieren tranquilidad.




En general las actividades tienen un precio mucho más elevado que aquí, pero con tanta naturaleza y acceso gratuito a prácticamente todo, será poco lo que haremos pagando. Nosotros optamos por una ruta a caballo por los campos de lava y una visita al museo Whales of Island y la verdad es que nuestra elección fue acertada, pero la ruta a caballo (120 € dos personas por una hora) no es algo imprescindible. 


Así que, en total, ¿cuanto puede costar el viaje a Islandia?; El vuelo, alojamiento y coche de alquiler fueron unos 2550 €. Faltaría sumarle comida y gasolina como imprescindibles, que llegarían a unos 3200 €, que os aseguro que no está nada mal para el viaje del que hablamos. 
A partir de ahí, si vamos sumando entradas, actividades, comidas fuera...pues llegaríamos al presupuesto que tengamos.

En el próximo post os hablaré del viaje en si, de nuestras rutas y de los imprescindibles para un viaje de estos días...porque os dejareis mil cosas por ver que serán mil excusas para volver. 

 


14 agosto 2017

#HoyLeemos "Marie Curie"


Título: Marie Curie
Autor(es): Mª Isabel Sánchez Vergara.
Ilustrado por Frau Isa
Editorial:Alba
Colección: Pequeña&Grande
Formato: Mediano. Tapa dura. 
Páginas: a color

Con este libro no puedo ser demasiado objetiva porque me encanta la colección pequeña&grande de la Editorial Alba, y casi todas las mujeres de las que habla me suscitan bastante interés, si bien es cierto que habría incluido a alguna otra. 



Y es que este es el segundo libro que llega a casa después del de Amelia Eckgahtr, aquella primera mujer piloto que tan poco se conoce en nuestro país. 

La colección incluye a Frida Kahlo, Coco Chanel y Agatha Christie, pero sin duda Marie Curie tenía que ser nuestra pues es un referente en el mundo de la ciencia y la investigación, y un icono de la lucha feminista de primeros de siglo. 


Marie Curie emigró a Francia para estudiar en La Sorbona pues, a pesar de ser una excelente estudiante, no podía continuar haciéndolo en su país, Polonia. Hablamos de 1891, hace sólo algo más de 100 años; hablamos de en algunos casos de nuestras bisabuelas, de solo 3 generaciones. 



Marie fue la primera mujer en ganar un Premio Nobel por un descubrimiento que compartió con el que era su marido, y posteriormente, consiguió un segundo Nobel por la teoría de la Radioactividad, siendo la primera persona que obtenía doblemente el galardón. 
Gracias a sus descubrimientos hoy en día podemos hacernos algo tan común como una radiografía. 

Ahora que ya os he recordado quien fue esta heroína, vamos a hablar de su libro. 

El libro es para primeros lectores ya que en cada página tiene una par de frases rimadas que describen lo que puede verse en las ilustraciones, maravillosas ilustraciones con un cierto sabor vintage. 


No es una biografía densa para niños devoradores de libros, sino que más bien es un libro sencillo que resume los hitos más importantes de forma sencilla y curiosa, y que nos obliga a una primera lectura conjunta para poder contarles todo lo que va guiando. 

Yo aprovecho para hablar de como las mujeres no teníamos permitido hacer ciertas cosas y de como en muchos países del mundo esto sigue ocurriendo, de como las mujeres podemos hacer todo lo que queramos y ser lo que queramos ser...lecciones de historia y de igualdad. 
Lo recomiendo a partir de 5 años, mejor 6 diría yo, sin prisas, para que el mensaje cale y sean totalmente capaces de comprender la diferencia entre una historia real y la fantasía de un cuento. 

Una herramienta imprescindible para niños y niñas inquietos y para padres aún más inquietos. 


¿Qué os parece? ¿Conocéis alguna colección similar que podáis recomendarme? 

23 mayo 2017

DIY Fiesta de cumpleaños pirata



Este año hemos optado por una fiesta de cumpleaños diferente, aunque realmente supone el volver un poco al pasado, a los cumpleaños de antaño, al preparar las cosas, hacerlo al aire libre y disfrutar. 

Si, en este tipo de celebraciones hay que trabajar más que cuando decidimos ir a un parque de bolas, bolera, sitio de escalada o hamburguesería, porque tenemos que preparar todo de una u otra forma, pero creo que es una forma de volver al pasado y de disfrutar un poco más.




El cumpleaños lo celebrábamos entre varias, lo que hizo poder distribuir el trabajo, resultando mucho más fácil.

Lo primero elegir el lugar; si la climatología lo permite podemos optar por hacerlo al aire libre, bien un parque o bien un merendero, piscina, o incluso si sois afortunados y tenéis jardín, nuestro propio jardín.
A veces no podemos arriesgarnos a hacerlo al aire libre por lo que existen cada vez más sitios donde te alquilan un local entero para eventos. Dependerá del presupuesto, número de invitados y cercanía del lugar, pero yo he estado en varios donde uno se encuentra muy a gusto.

Una vez elegido el sitio, establecida la fecha y contados los invitados, es importante establecer la temática y repartir las invitaciones ( o enviarlas por whasspap o ambas cosas), con una fecha tope en la que pediremos nos confirmen la asistencia o no.
Esta fecha dependerá de cada una, pero es importante para comprar y preparar la comida y para establecer el número de animadores necesarios, por lo que debe ser con una antelación que nos permita realizar todo esto sin e stress. No olvidemos que es un cumpleaños, no una boda.




Con la temática podremos preparar la decoración y el menaje...nosotros elegimos temática pirata porque es divertido para niños y niñas (en este caso de 6-7 años), permite disfrazarse y realizar juegos originales y hacen unas fiestas muy vistosas.

Buscando decoraciones aquí y allá opté por imprimir estas que ofrece gratuitamente la página de las impresoras Brother. Aquí además tenéis imprimibles gratis de varias temáticas, por si os apetece más una fiesta de sirenas y sirenas o de futboleros y futboleras.
Como veréis tenéis de todo; para decorar pajitas, cupcakes, platos, vasos...además de banderines piratas.


Nosotros pusimos parches piratas que hicimos con imprimibles pegados a goma Eva, globos pirata que compramos y bandanas rojas. De regalo dimos unas chocolatinas a las que les pegamos una etiqueta pirata y todo quedó genial.

La comida sencilla: sandwiches de paté, jamón y queso y Nutella, brochetas de frutas, algunos snacks y por supuesto tarta de cumpleaños.
Para los padres nachos con guacamole, humus, empanada y algo de embutido. Regado con bebidas frescas y mucha agua para aguantar las más de dos horas de cumpleaños infantil.

Elegimos dos animadores debido al número de niños y les encantaron las ideas y juegos que les propusieron, lo pasaron en grande.

Para terminar, soplar la vela y abrir el regalo (uno por niños, de tamaño mediano, porque opinamos que la fiesta ya es un gran regalo que hay que valorar).

Al final supone más trabajo y no se ahorra demasiado pero la experiencia de hacer un cumple un poco más DIY, un poco más clásico, merece la pena.

¿Qué os parece esta alternativa?